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Implementarán uniforme obligatorio para reclusos de alta peligrosidad en Santiago

La medida busca fortalecer el control carcelario.

Dentro de las próximas semanas los 36 reclusos considerados más peligrosos del sistema penitenciario, recluidos en el Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas) —antiguamente conocido como la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago—, deberán portar un nuevo uniforme institucional.

Según consignó La Tercera, el traje estará compuesto por cuatro piezas y se utilizaría a partir de mayo. Esta medida, impulsada por el Ministerio de Justicia, busca fortalecer el control carcelario, combatir el crimen organizado y mejorar el orden interno en los recintos penales.

La indumentaria constará de un pantalón azul, una camiseta de manga larga color naranjo, un polerón y una parka del mismo tono. Todas las prendas están confeccionadas con tela ignífuga, es decir, resistente al fuego y a altas temperaturas, lo que busca aumentar la seguridad personal de los reos ante eventuales incidentes.

El proyecto, que se viene gestando desde inicios de año, fue definido bajo estrictas reservas. El primer lote de uniformes ya fue adquirido mediante una compra reservada de la cual, por razones de seguridad, no se ha detallado el costo ni el proveedor.

Expansión del uso de uniforme

Una vez evaluada su implementación en el Repas, el uniforme podría extenderse a otros módulos de alta seguridad en cárceles del país.

La iniciativa fue inspirada en modelos penitenciarios internacionales, los cuales el ministro de Justicia, Jaime Gajardo, analizó en detalle. Según explicó el secretario de Estado, el objetivo principal es desarticular a las bandas del crimen organizado.

“Estamos implementando una serie de acciones para fortalecer el control de Gendarmería, con énfasis en internos vinculados a grupos criminales. No cederemos un centímetro ante el crimen organizado”, señaló.

Gajardo agregó que el uniforme no solo facilitará el control de ingresos de objetos prohibidos —al eliminar la recepción de vestimenta desde el exterior—, sino que también busca intervenir la cultura carcelaria, afectando jerarquías que favorecen dinámicas delictuales internas.

Además, ya fue ingresado a Contraloría un decreto que modifica el Reglamento de Establecimientos Penitenciarios, habilitando el uso obligatorio de estos uniformes, lo que permitirá una mejor identificación de los reclusos y disminuirá riesgos como las fugas, el comercio ilegal de ropa y los conflictos internos.

CHH